miércoles, 4 de abril de 2012

En la clase del martes pasado se tocó el tema de el chateaux que se encuentra sobre Libertador y luego encontre un fragmento de Justo Solsona en la que critíca el repetitivo desarroyo de estos antiguos "estilos"

Justo Solsona*.


"Es extraño que al inicio del siglo XXI un sector del mercado inmobiliario elija como modelo para sus nuevos edificios el antiguo chateaux francés. Me refiero a la torre Grand Bourg, construida en avenida Figueroa Alcorta, y las proyectadas Chateaux Libertador y Puerto Madero.
Paradoja si las hay, el "estilo" ya no se enseña en las escuelas de arquitectura del mundo desde hace un siglo, cuando la célebre Beaux Arts, le confería credibilidad y proyección cultural. ¿Es entonces una sociedad "culta" la que define esta demanda o acaso un sector que sustenta su estética con un: "esto es lo que se vende"? ¿Nos sorprenderán mañana con un templo—torre Partenón, o quizá sea más rentable un Erecteón de 40 pisos?
Basados en la efímera práctica de la compra—venta, estos sectores miran con indiferencia el futuro cultural que construyen. Estamos ante un conocido problema: el arte convertido en mercancía. Si bien se discute si la arquitectura es o no arte, hay un rasgo incuestionable: su perdurabilidad. A diferencia de la mercancía, un edificio prevalece, hace ciudad, constituye el espacio público que nos pertenece. Buenos Aires siempre tuvo que discutir su imagen de progreso. La experiencia moderna del ''30 al ''50, es el legado de esa discusión que continuaremos si se pretende construir un paisaje urbano con añoranzas de una París imperial; tan lejana en la distancia, como en las costumbres que impuso la historia que le dio sentido. Hoy, la moderna París no reivindicaría sus restos imperiales sin el cuestionamiento de sus actores culturales.El argumento "esto es lo que se vende" no nos convencerá de que la estética del "trash food" vale para la ciudad, ni que el mejor lugar para comer es McDonald''s;; nadie egresa de las carreras de arquitectura con proyectos que la avalen. Quienes sabemos que esto no se enseña, tenemos la responsabilidad de no aceptar silenciosamente estas aberraciones urbanas..."


Al leer esta critica, se me vino a la mente un fragmento escrito por Arata Isozaki, uno de los mayores exponentes que tiene la arquitectura en la actualidad.
<<Cuando proyecto, no me baso en la historia que estudié, sino que, más bien, llevo a cabo mis proyectos y la historia. No copio las tradiciones arquitectónicas del pasado, sino que procuro hallar algo escondido, para y realizarlo de una nueva menera>>

Una de las dudas o curiosidasdes que tengo es de porque todavia se siguen desarrollando estos "estilos" y no se sigue avanzando en el desarrollo y evolucion de la arquitectura como un metabolismo continuo, que no se estanca sino que se mueve paralelamente al dinamismo y la actividad de la sociedad.

¿es rentable la repeticion de viejos estilos? ¿no seria más conveniente no desarraigarce por completo de este tipo de arquitectura sino, insertar la dependencia de lo nuevo y lo viejo, el ciclo entre el pasado y el futuro, el proceso de transformación a partir de lo que ya existe?